¿Cuáles son los 5 síntomas de la ansiedad?

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La ansiedad es una de las enfermedades mentales más comunes, que afecta a más de 284 millones de personas en todo el mundo. Se caracteriza por una preocupación excesiva, inquietud, miedo y tensión. Aunque la ansiedad es una emoción normal que todo el mundo experimenta a veces, se vuelve problemática cuando los síntomas de ansiedad son graves, duran más de 6 meses e interfieren en las actividades cotidianas.

La ansiedad puede presentarse con síntomas tanto psicológicos como físicos. Reconocer los signos y síntomas es el primer paso para obtener ayuda y tratamiento. He aquí 5 de los síntomas más comunes de los trastornos de ansiedad:

¿Cuáles son los 5 síntomas de la ansiedad?

1. Preocupación excesiva

La preocupación excesiva e incontrolable es uno de los síntomas característicos de la ansiedad. Los individuos con ansiedad suelen preocuparse excesivamente por cosas cotidianas como la salud, el dinero, la familia, el trabajo o la escuela. La preocupación persiste incluso con pocas o ninguna razón para preocuparse por estas áreas.

Preocuparse se convierte en algo problemático cuando interfiere en la vida diaria, causa una angustia significativa y es difícil de controlar. Preocuparse también suele parecer desproporcionado en relación con la probabilidad o el impacto real del acontecimiento temido. Por ejemplo, alguien puede preocuparse excesivamente por su salud aunque no presente signos de enfermedad.

2. Inquietud

La inquietud se refiere a sentirse nervioso, al límite, inquieto o incapaz de relajarse. Las personas con ansiedad a menudo describen sentirse "en alerta máxima" y como si algo malo estuviera a punto de ocurrir, incluso sin que exista una amenaza real.

Esta inquietud puede manifestarse tanto mental como físicamente. Mentalmente, los individuos pueden tener pensamientos acelerados o pensamientos obsesivos sobre amenazas potenciales. Físicamente, la inquietud puede causar inquietud, ritmo, temblores y dificultad para dormir. El nivel de inquietud es desproporcionado a la situación real.

3. Fatiga

Aunque la inquietud y la excitación elevada son comunes con la ansiedad, muchos individuos también experimentan una fatiga significativa. La ansiedad puede ser mentalmente agotadora, haciendo que incluso las tareas más sencillas resulten agotadoras.

Dos factores contribuyen a la fatiga en los trastornos de ansiedad. En primer lugar, la preocupación crónica y la rumiación son mentalmente agotadoras, lo que deja menos energía para otras cosas. En segundo lugar, la ansiedad suele provocar una mala calidad del sueño e insomnio. Las vueltas en la cama y el sueño interrumpido no proporcionan un descanso adecuado.

La fatiga provocada por la ansiedad puede ir desde un cansancio leve hasta un agotamiento incapacitante. A menudo provoca baja motivación, dificultades de concentración y disminución del interés por las actividades normales.

4. Irritabilidad

Muchas personas con ansiedad también experimentan una mayor irritabilidad. El aumento de la excitación y la preocupación constante hacen que los individuos se sientan "al límite", lo que les hace estar más irritables en respuesta a los factores estresantes y las frustraciones cotidianas. La irritabilidad también puede surgir al sentirse incapaz de controlar los pensamientos y sentimientos ansiosos.

La irritabilidad por ansiedad difiere del mal humor o la ira causados por factores estresantes de la vida. La irritabilidad surge específicamente de sentirse ansioso y en guardia. Los individuos a menudo se sienten mal por morder a los demás, pero tienen dificultades para controlar sus reacciones cuando se sienten ansiosos.

5. Tensión muscular

La ansiedad crónica hace que el cuerpo se encuentre en un estado de excitación elevado, lo que desencadena tensión física, especialmente en los músculos. Tensar grupos musculares como la mandíbula, los hombros, el cuello y la espalda es una respuesta común a la ansiedad.

Esta tensión muscular puede manifestarse de múltiples maneras:

  • Dolores de cabeza
  • Dolor de mandíbula por apretar
  • Dolor de cuello y hombros
  • Dolor de espalda
  • Espasmos o contracciones musculares

La tensión muscular empeora junto con el aumento de la ansiedad. Puede provocar dolor, movilidad limitada y otros síntomas físicos. Las técnicas de relajación muscular pueden ayudar a reducir esta tensión.

¿Qué causa estos síntomas de ansiedad?

Todos estos síntomas comunes de la ansiedad provienen de regiones del cerebro que están hiperactivas en los individuos que sufren trastornos de ansiedad.

La amígdala es la parte del cerebro responsable de detectar las amenazas y desencadenar la respuesta de lucha o huida. El aumento de la activación de la amígdala provoca hipervigilancia ante posibles amenazas, incluso cuando no hay peligro. Esto se manifiesta en síntomas como preocupación crónica, inquietud y tensión muscular.

El córtex prefrontal controla funciones ejecutivas como el razonamiento y la toma de decisiones. La disminución de la actividad en esta zona provoca dificultades de concentración, irritabilidad y fatiga.

Los desequilibrios en neurotransmisores como la serotonina, la dopamina y el GABA también contribuyen a los síntomas de ansiedad. Los medicamentos y la terapia ayudan a corregir estos desequilibrios.

Factores que influyen en la gravedad de los síntomas

Aunque estos son los síntomas más comunes, la gravedad y el impacto de la ansiedad pueden variar mucho según:

Tipo de trastorno de ansiedad

Existen varios tipos de trastornos de ansiedad, cada uno con síntomas que se solapan pero también con características únicas:

  • Eltrastorno de ansiedad generalizada (TAG) implica una preocupación persistente y excesiva por la vida cotidiana.
  • El trastorno de ansiedad social provoca un miedo extremo a las situaciones sociales y a ser juzgado.
  • El trastorno de pánico provoca episodios repentinos de terror, ataques de pánico y miedo a que se repitan.
  • Las fobias producen un miedo intenso ante objetos o situaciones específicas.
  • Eltrastorno de estrés postraumático (TEPT) se desarrolla tras un trauma e implica recuerdos, hipervigilancia y evitación.

El tipo de trastorno de ansiedad influye en la gravedad y los desencadenantes de síntomas como la preocupación, la irritabilidad y el pánico.

Condiciones comórbidas

Los trastornos de ansiedad suelen coocurrir con afecciones como la depresión y el abuso de sustancias. La combinación de múltiples afecciones mentales puede empeorar y complicar los síntomas de ansiedad.

Primeras experiencias vitales

Las experiencias traumáticas en la infancia, como el maltrato, el abandono y la pérdida, aumentan la vulnerabilidad a padecer trastornos de ansiedad graves en la edad adulta. Cuanto más temprano en la vida se desarrolla la ansiedad, más grave suele ser.

Predisposición genética

Los genes influyen en los neurotransmisores y las estructuras cerebrales implicados en los trastornos de ansiedad. Los antecedentes familiares de ansiedad u otros trastornos mentales aumentan la predisposición de las personas a desarrollar ansiedad.

Factores de estrés medioambiental

Los principales factores estresantes de la vida, como los traumas, el duelo, el divorcio, la pérdida del trabajo y los problemas de salud, pueden desencadenar o exacerbar la ansiedad, especialmente en individuos ya predispuestos. Cuantos más factores estresantes, más graves suelen ser los síntomas.

Buscar ayuda para los síntomas de ansiedad

Si se identifica con varios de estos síntomas de forma constante, pida ayuda a un profesional de la salud mental. La ansiedad no tratada tiende a empeorar con el tiempo. Cuanto antes comience el tratamiento, más eficaz puede ser.

Los trastornos de ansiedad son muy tratables con medicamentos como los antidepresivos y las benzodiacepinas, así como con enfoques psicoterapéuticos como la terapia cognitivo-conductual (TCC). Las técnicas de relajación y los cambios en el estilo de vida también apoyan el tratamiento.

Conseguir controlar la ansiedad mejora la calidad de vida de forma espectacular. Buscar ayuda requiere valor pero es el primer paso hacia el alivio. No tiene por qué seguir sufriendo solo. El tratamiento puede ayudarle a controlar sus síntomas y a empezar a sentirse mejor.

Conclusión:

La ansiedad puede manifestarse de diferentes maneras, pero los síntomas comunes incluyen preocupación excesiva, inquietud, irritabilidad, fatiga y tensión muscular. Los síntomas son el resultado de regiones cerebrales y neurotransmisores que se alteran. Múltiples factores como la genética, las experiencias vitales tempranas y el estrés ambiental influyen en la gravedad de los síntomas. Si la ansiedad está afectando significativamente a su vida diaria, busque tratamiento profesional. Con la ayuda adecuada, el alivio de la ansiedad es posible.

Preguntas frecuentes sobre los síntomas de la ansiedad

¿Cuáles son los síntomas más comunes de los trastornos de ansiedad?

Los 5 síntomas más comunes de los trastornos de ansiedad son la preocupación excesiva, la inquietud, la fatiga, la irritabilidad y la tensión muscular. Éstos se derivan de la hiperactividad de partes del cerebro como la amígdala y de desequilibrios en neurotransmisores como la serotonina y la dopamina.

¿En qué se diferencian los síntomas de la ansiedad del estrés normal?

La ansiedad se convierte en un trastorno cuando los síntomas son graves, persistentes e interfieren en el funcionamiento diario. El estrés típico puede causar preocupación e irritabilidad temporales. En los trastornos de ansiedad, los síntomas son extremos, incontrolables, angustiosos y duraderos.

¿Los síntomas de ansiedad pueden aparecer y desaparecer?

La gravedad de los síntomas de ansiedad puede fluctuar con el tiempo. Durante los periodos de menor estrés, los síntomas pueden mejorar. Un aumento del estrés vital suele exacerbar los síntomas de ansiedad. Los síntomas también pueden variar a lo largo del día, siendo a menudo peores por la mañana al despertarse.

¿Es normal tener síntomas de ansiedad después de un acontecimiento traumático?

Tener síntomas de ansiedad inmediatamente después de un acontecimiento traumático como un accidente, una muerte o una agresión es habitual. Esta ansiedad aguda suele mejorar al cabo de unas semanas. Si los síntomas graves duran más de un mes, puede indicar un trastorno de ansiedad que requiere tratamiento.

¿Los síntomas de ansiedad pueden ser diferentes en hombres y mujeres?

Aunque la preocupación excesiva es común en ambos sexos, los hombres son más propensos a la irritabilidad y al abuso de sustancias, mientras que las mujeres experimentan más a menudo síntomas físicos como la tensión muscular. Las mujeres también tienen el doble de probabilidades de desarrollar trastornos de ansiedad en comparación con los hombres.

¿Qué afecciones suelen coexistir con los trastornos de ansiedad?

La ansiedad suele coexistir con otros trastornos mentales como la depresión grave, el TDAH, el TEPT y los trastornos por abuso de sustancias. Las afecciones físicas como la enfermedad tiroidea, las cardiopatías y los trastornos autoinmunes también suelen coexistir con la ansiedad.

¿Qué debe hacer si cree que puede padecer un trastorno de ansiedad?

Si los síntomas de ansiedad son persistentes e interfieren en su vida, acuda a su médico de cabecera o a un profesional de la salud mental. Ellos pueden evaluar si los síntomas cumplen los criterios de un trastorno de ansiedad y recomendarle opciones de tratamiento adecuadas como medicación, terapia y cambios en el estilo de vida.

¿Cuáles son los tratamientos más eficaces para la ansiedad?

La terapia cognitivo-conductual (TCC) se utiliza habitualmente para ayudar a las personas a identificar y cambiar los patrones de pensamiento negativos que contribuyen a la ansiedad. Los medicamentos como los ISRS, los IRSN y las benzodiacepinas también pueden ayudar a corregir los desequilibrios de los neurotransmisores. Las técnicas de relajación y un sueño, una dieta y un ejercicio adecuados apoyan el tratamiento.

¿Qué ocurre si no se trata la ansiedad?

La ansiedad no tratada suele empeorar con el tiempo y puede conducir al desarrollo de depresión y problemas de abuso de sustancias. Los propios síntomas de ansiedad también pueden empeorar y volverse debilitantes. Dar prioridad a un tratamiento profesional precoz ofrece la mejor oportunidad para controlar los síntomas.

¿Pueden los remedios naturales aliviar los síntomas de la ansiedad?

Algunos suplementos naturales como el magnesio, los omega-3 y la manzanilla pueden reducir modestamente los niveles de ansiedad de algunas personas junto con el tratamiento profesional. Sin embargo, no deben sustituir a los medicamentos ni a la terapia. Aspectos como dormir lo suficiente, la dieta, el ejercicio y la conexión social también apoyan el tratamiento de la ansiedad.

Recursos utilizados para escribir este artículo

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