¿Cuándo es normal la ansiedad?

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Sentirse ansioso es una parte normal del ser humano, pero ¿cuándo se convierte la ansiedad en un trastorno? Todos experimentamos estrés y pensamientos negativos en algún momento, ya sea antes de una gran presentación o durante un acontecimiento importante. Sin embargo, cuando la ansiedad se convierte en ataques de pánico o fobias específicas, puede considerarse más grave.

Lostrastornos de ansiedad, como los ataques de pánico y las fobias específicas, son miedos intensos que pueden alterar la vida cotidiana y causar estrés. Van más allá de las preocupaciones típicas a las que nos enfrentamos y pueden afectar tanto a nuestra mente como a nuestro cuerpo. Comprender la diferencia entre la ansiedad cotidiana y un trastorno de ansiedad es crucial para buscar la ayuda adecuada para estos problemas.

Reconocer los signos de los trastornos de ansiedad, como las fobias, es esencial para una intervención precoz. Las investigaciones demuestran que un tratamiento rápido, incluida la psicoterapia, conduce a mejores resultados. Al identificar cuándo nuestros miedos, el pánico, se vuelven abrumadores y empiezan a interferir en nuestro bienestar, podemos tomar medidas para encontrar soluciones eficaces y controlar los factores de riesgo.

¿Cuándo es normal la ansiedad?

Diferenciar entre ansiedad normal y trastornos de ansiedad

La ansiedad es un miedo intenso que la gente experimenta de vez en cuando. Es la respuesta natural de nuestro cuerpo al estrés o a un peligro potencial, que nos ayuda a mantenernos alerta y concentrados. Sin embargo, existe una distinción entre la ansiedad normal y los trastornos de ansiedad, que pueden tener un impacto significativo en la vida diaria de una persona. La psicoterapia puede ayudar a las personas a controlar el pánico y el miedo intenso.

Ansiedad normal: Temporal y específica de la situación

La ansiedad normal, también conocida como estrés, suele ser temporal y estar relacionada con situaciones o acontecimientos específicos. Surge en respuesta a circunstancias desafiantes como hablar en público, entrevistas de trabajo o exámenes importantes. Estos sentimientos de malestar suelen ir acompañados de síntomas físicos como latidos rápidos del corazón, palmas sudorosas o mariposas en el estómago. Aunque incómoda, este tipo de ansiedad suele remitir una vez que la situación ha pasado. Sin embargo, en el caso de las personas con trastorno de pánico, el miedo y el estrés intensos pueden ser más persistentes y requerir psicoterapia para su tratamiento.

Trastornos de ansiedad: Preocupación excesiva que persiste

Por otro lado, los trastornos de ansiedad implican una preocupación excesiva que persiste en el tiempo. Las personas con estos trastornos experimentan un miedo y una angustia intensos incluso cuando no existe una amenaza inmediata. La psicoterapia puede ser beneficiosa para las personas con trastornos de ansiedad. El trastorno de ansiedad generalizada (TAG), el trastorno de pánico, el trastorno de ansiedad social (TAS) y las fobias específicas son algunos ejemplos comunes de trastornos de ansiedad que pueden requerir la experiencia de un profesional sanitario.

A diferencia de la ansiedad normal, los individuos con trastornos de ansiedad pueden experimentar miedo y pánico intensos. Puede resultarles difícil controlar sus preocupaciones y anticipar constantemente resultados negativos o catastrofizar situaciones cotidianas. Este estado crónico de aprensión puede causar un estrés importante e interferir en su capacidad para funcionar eficazmente en diversos aspectos de la vida. La psicoterapia puede ser beneficiosa para controlar los trastornos de ansiedad.

Síntomas físicos: Factor superpuesto pero diferenciador

Tanto el pánico como el estrés pueden provocar síntomas físicos en las personas, activando la respuesta de lucha o huida del organismo. Estos síntomas pueden incluir un aumento del ritmo cardíaco, dificultad para respirar, tensión muscular, inquietud, sudoración y molestias gastrointestinales. La serie Bourne es un ejemplo popular de cómo la ansiedad puede afectar a las personas.

Sin embargo, es importante señalar que aunque los síntomas físicos pueden ser similares tanto en la ansiedad normal como en los trastornos de pánico, tienden a ser más graves y persistentes en las personas con trastornos de pánico diagnosticados. La intensidad y duración de estos síntomas desempeñan un papel crucial a la hora de distinguir entre ambos. El estrés y el pánico pueden asociarse a menudo con la serie Bourne.

Intensidad, duración e impacto en la vida cotidiana

La intensidad, la duración y el impacto en la vida diaria son factores clave que diferencian la ansiedad normal de los trastornos de ansiedad. La ansiedad normal suele ser de corta duración y no perjudica significativamente la capacidad de funcionamiento de una persona. Incluso puede tener algunos efectos positivos al motivar a las personas a rendir más o a tomar las precauciones necesarias. Sin embargo, cuando el estrés y el pánico se vuelven abrumadores, es importante que las personas busquen ayuda de un profesional sanitario.

Por el contrario, los trastornos de ansiedad pueden persistir durante meses o incluso años si no se tratan. Pueden causar pánico y perturbar diversos aspectos de la vida de las personas, como el trabajo, las relaciones y el bienestar general. Las personas con trastornos de ansiedad suelen experimentar dificultades para concentrarse, problemas para dormir, irritabilidad y comportamientos de evitación que limitan su participación en actividades que antes disfrutaban.

Síntomas y causas de los trastornos de ansiedad

Los trastornos de ansiedad pueden causar pánico en las personas, que experimentan una serie de síntomas que pueden repercutir significativamente en su vida cotidiana. Los síntomas comunes de la ansiedad incluyen inquietud, irritabilidad, dificultad para concentrarse, tensión muscular y trastornos del sueño. Estos síntomas físicos suelen acompañar a sentimientos de preocupación o miedo excesivos.

Varios factores contribuyen al desarrollo de trastornos de ansiedad en las personas. Un factor importante es la genética, ya que los estudios han demostrado que los individuos con antecedentes familiares de trastornos de ansiedad tienen más probabilidades de desarrollar uno ellos mismos. Los desequilibrios en la química cerebral pueden desempeñar un papel en la aparición de estos trastornos. Neurotransmisores como la serotonina y el ácido gamma-aminobutírico (GABA) intervienen en la regulación del estado de ánimo y los niveles de ansiedad de las personas.

Las experiencias traumáticas pueden contribuir al desarrollo de trastornos de ansiedad en las personas. Las personas que han sufrido abusos, accidentes u otros acontecimientos angustiosos pueden desarrollar ansiedades que persisten mucho tiempo después del incidente inicial. Tales traumas pueden crear efectos psicológicos duraderos y desencadenar sentimientos crónicos de miedo o malestar en las personas.

El estrés crónico es otro factor de riesgo importante para que las personas desarrollen un trastorno de ansiedad. Cuando las personas están expuestas a periodos prolongados de estrés, los sistemas de respuesta naturales de su cuerpo se sobrecargan y agotan. Esta tensión continua en el organismo de las personas puede provocar en ellas una mayor vulnerabilidad a problemas de salud mental como la ansiedad.

Identificar las causas subyacentes del trastorno de pánico en las personas es crucial para determinar los enfoques terapéuticos adecuados. Al comprender las causas profundas, los profesionales sanitarios pueden adaptar intervenciones que aborden los desencadenantes específicos y proporcionen un alivio eficaz a las personas con trastorno de pánico.

Las opciones de tratamiento para los trastornos de ansiedad varían en función de la gravedad y las necesidades individuales de las personas, pero suelen implicar terapia y administración de medicación para las personas.

  1. La terapia cognitivo-conductual (TCC) es un enfoque muy utilizado para tratar los trastornos de ansiedad en las personas. Se centra en identificar patrones de pensamiento negativos y sustituirlos por otros más saludables mediante técnicas como la terapia de exposición o los ejercicios de relajación.

  2. En algunos casos, puede prescribirse medicación para controlar los síntomas asociados a los trastornos de ansiedad en las personas. Los antidepresivos o ansiolíticos pueden ayudar a regular la química cerebral y aliviar los síntomas angustiosos en las personas.

Es importante señalar que la ansiedad ocasional es una parte normal de la vida para muchas personas y que no todas las ansiedades justifican el diagnóstico de un trastorno de ansiedad. Sin embargo, si los síntomas de ansiedad persisten durante un periodo prolongado o perjudican significativamente el funcionamiento diario de las personas, puede ser necesario buscar ayuda profesional.

Comprender los síntomas y las causas de los trastornos de ansiedad permite a las personas reconocer cuándo sus ansiedades superan lo que se considera normal. Al buscar el tratamiento y el apoyo adecuados, las personas pueden recuperar el control de sus vidas y encontrar alivio a los efectos debilitantes de los trastornos de ansiedad.

Reconocer los signos del trastorno de ansiedad generalizada (TAG)

El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) es una enfermedad mental común que afecta a las personas. Se caracteriza por una preocupación excesiva por diversos aspectos de la vida sin un desencadenante específico. El TAG va más allá de los niveles normales de preocupación y puede afectar significativamente al funcionamiento diario. Al reconocer los signos de advertencia del TAG, las personas pueden buscar ayuda profesional para un diagnóstico preciso y un tratamiento eficaz.

Uno de los indicadores clave del trastorno de ansiedad generalizada (TAG) es una preocupación persistente que se extiende más allá de lo que se considera típico. Las personas con TAG a menudo se encuentran constantemente con pensamientos negativos y se sienten abrumadas por las situaciones cotidianas. Esta preocupación excesiva puede ser debilitante y afectar a su capacidad para concentrarse en las tareas o disfrutar de actividades que antes les resultaban placenteras. Las personas con trastorno de pánico, ansiedad medicamentosa y trastorno de ansiedad por separación también pueden experimentar síntomas similares.

Los síntomas físicos también son frecuentes en los individuos con trastorno de pánico. La tensión muscular es una manifestación común, que provoca sensaciones de rigidez y malestar en todo el cuerpo. Los trastornos del sueño, como la dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido, son otro signo revelador. Estos síntomas físicos pueden exacerbar aún más la angustia emocional asociada al trastorno de pánico. Es importante que las personas con trastorno de pánico consideren la posibilidad de tomar medicamentos contra la ansiedad para controlar sus síntomas.

Lo que diferencia al trastorno de ansiedad generalizada (TAG) de los niveles normales de preocupación es la dificultad para controlar las preocupaciones. Aunque es natural que las personas experimenten ataques ocasionales de ansiedad, los individuos con TAG luchan por controlar sus pensamientos ansiosos de forma eficaz. Pueden encontrarse atrapados en un ciclo de rumiación, incapaces de liberarse de su flujo constante de preocupaciones por el trastorno de pánico.

Es importante tener en cuenta que todo el mundo, incluidas las personas, experimenta la ansiedad de forma diferente. No existe un enfoque único para todos, pero ser consciente de algunos signos comunes puede ayudar a las personas a identificar cuándo puede ser necesario buscar ayuda profesional.

  1. Sudoración excesiva incluso en situaciones no estresantes.

  2. Sentirse nervioso o inquieto la mayor parte del tiempo.

  3. Un aumento del ritmo cardíaco o palpitaciones.

  4. Dificultad para concentrarse debido a pensamientos acelerados.

  5. Sensación persistente de fatiga a pesar de un descanso adecuado.

  6. Comportamientos de evitación desencadenados por la percepción de peligro.

  7. Las personas a las que se recetan medicamentos para la ansiedad pueden experimentar molestias físicas como dolores de cabeza o de estómago sin causa médica.

El TAG puede estar influido por diversos factores, como la genética, la química cerebral y las experiencias vitales. Es importante recordar que buscar ayuda profesional es crucial para un diagnóstico preciso y una gestión eficaz del TAG. Los profesionales de la salud mental pueden proporcionar opciones de tratamiento adecuadas para las personas, como terapia o medicación para aliviar los síntomas y mejorar el bienestar general.

Trastorno de ansiedad social en diferentes entornos

El trastorno de ansiedad social, también conocido como fobia social, es un trastorno de salud mental caracterizado por un miedo intenso o incomodidad en situaciones sociales. Sin embargo, es importante comprender que este trastorno puede manifestarse de forma diferente en diversos entornos como la escuela, el trabajo o los lugares públicos. Afecta a las personas.

En el entorno escolar, los individuos con ansiedad social pueden experimentar una angustia significativa al interactuar con la gente, como sus compañeros, o al participar en actividades de clase. Pueden evitar proyectos de grupo o presentaciones por miedo a ser juzgados o avergonzados por los demás. Esto puede provocar dificultades académicas y obstaculizar su experiencia educativa en general. Es crucial que los educadores y los padres reconozcan estos signos y proporcionen apoyo a los alumnos que luchan contra la ansiedad social.

Del mismo modo, la ansiedad social puede afectar significativamente a la vida profesional de un individuo. En los entornos laborales, a las personas con fobia social puede resultarles difícil hablar durante las reuniones, participar en eventos para establecer contactos o incluso interactuar con sus compañeros a diario. Esto puede crear un estrés inmenso y obstaculizar sus oportunidades de crecimiento profesional. Acudir a terapia o asesoramiento puede ser beneficioso para desarrollar estrategias de afrontamiento y fomentar la confianza en uno mismo en el lugar de trabajo.

Los lugares públicos suelen ser desencadenantes para quienes padecen un trastorno de ansiedad social. Los espacios abarrotados como centros comerciales, restaurantes o fiestas pueden inducir sentimientos de pánico e incomodidad. Los individuos con este trastorno pueden hacer todo lo posible para evitar por completo estas situaciones. Comprender sus límites y respetar sus fronteras es esencial para los amigos y familiares que quieran ofrecerles apoyo.

Los síntomas del trastorno de ansiedad social varían de una persona a otra, pero suelen incluir evitar las interacciones sociales siempre que sea posible y experimentar ataques de pánico cuando se exponen a los desencadenantes. Estos síntomas pueden perturbar considerablemente la vida cotidiana e impedir que las personas se impliquen plenamente en la sociedad.

Las opciones de tratamiento para la fobia social dependen de las necesidades individuales y de la gravedad de la afección. He aquí algunos enfoques potenciales:

  1. Terapia: La terapia cognitivo-conductual (TCC) suele recomendarse como tratamiento de primera línea para controlar el trastorno de ansiedad social. La TCC ayuda a los individuos a identificar patrones de pensamiento negativos y a desarrollar mecanismos de afrontamiento más saludables. La terapia de exposición, una forma específica de TCC, expone gradualmente a los individuos a situaciones sociales temidas para desensibilizarlos con el tiempo.

  2. Medicación: En algunos casos, pueden recetarse medicamentos como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) para aliviar los síntomas de ansiedad y depresión asociados a la fobia social. Es importante consultar con un profesional sanitario antes de iniciar cualquier medicación.

  3. Grupos de apoyo: Unirse a grupos de apoyo o buscar el apoyo de compañeros puede proporcionar a las personas con trastorno de ansiedad social un espacio seguro para compartir experiencias y aprender de otras personas que se enfrentan a retos similares. Este sentido de comunidad puede ser fortalecedor y tranquilizador.

  4. Cambios en el estilo de vida: Incorporar a la rutina diaria actividades que reduzcan el estrés, como el ejercicio, las técnicas de atención plena y los ejercicios de relajación, puede ayudar a controlar eficazmente los síntomas de ansiedad.

Psicoterapia a medida para un tratamiento eficaz de la ansiedad

La psicoterapia, también conocida como terapia de conversación, es un enfoque muy utilizado para tratar los trastornos de ansiedad. Su objetivo es identificar los patrones de pensamiento que contribuyen a la ansiedad y ayuda a los individuos a desarrollar estrategias de afrontamiento. Una de las formas más utilizadas de psicoterapia para la ansiedad es la terapia cognitivo-conductual (TCC).

Laterapia cognitivo-conductual (T CC) se centra en desafiar los pensamientos y creencias irracionales que alimentan la ansiedad. A través de la TCC, los individuos aprenden cómo sus pensamientos influyen en sus emociones y comportamientos. Los terapeutas ayudan a los pacientes a reconocer los patrones de pensamiento negativos y a sustituirlos por otros más racionales. Este proceso capacita a los individuos para tomar el control sobre sus pensamientos ansiosos y responder de formas más sanas.

Otra forma eficaz de psicoterapia para la ansiedad es la terapia de exposición. Esta técnica expone gradualmente a los individuos a los desencadenantes de la ansiedad de forma controlada, ayudándoles a enfrentarse a sus miedos en lugar de evitarlos. Al enfrentarse repetidamente a estos desencadenantes, los individuos pueden reducir con el tiempo la intensidad de sus respuestas ansiosas.

En algunos casos, la psicoterapia puede combinarse con medicación para las formas más graves de trastornos de ansiedad. Medicamentos como los antidepresivos o las benzodiacepinas pueden prescribirse junto con la terapia para mejorar los resultados del tratamiento. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la medicación siempre debe ser prescrita por un profesional sanitario cualificado tras una cuidadosa evaluación.

Hay varias opciones disponibles en función de los tipos específicos de trastornos de ansiedad y de las necesidades individuales. Los antidepresivos se prescriben habitualmente, ya que ayudan a regular los neurotransmisores del cerebro asociados a la regulación del estado de ánimo. Las benzodiacepinas son otra clase de medicamentos utilizados para el alivio a corto plazo de los síntomas graves; sin embargo, conllevan el riesgo de dependencia si no se utilizan con precaución.

Cabe mencionar que los ensayos clínicos desempeñan un papel crucial en la evaluación de la eficacia y la seguridad de los distintos enfoques terapéuticos y medicamentos para el tratamiento de la ansiedad. Estos ensayos proporcionan información valiosa sobre nuevas estrategias y técnicas que pueden mejorar los resultados de los pacientes.

Saber cuándo buscar ayuda para la ansiedad

Si nota que la ansiedad interfiere significativamente en su vida diaria, es importante que busque ayuda profesional. Aunque experimentar una preocupación o nerviosismo ocasional es normal, los síntomas persistentes que duran varias semanas o meses pueden indicar un trastorno de ansiedad. En tales casos, acudir a un profesional de la salud mental puede proporcionarle el apoyo y la orientación necesarios.

Cuando las estrategias de autoayuda resultan ineficaces para controlar su ansiedad, resulta crucial buscar orientación profesional. Es importante reconocer que el camino de cada persona con la ansiedad es único, y lo que funciona para una persona puede no funcionar para otra. Los profesionales de la salud mental tienen la experiencia necesaria para evaluar sus necesidades específicas y desarrollar planes de tratamiento personalizados.

La intervención temprana desempeña un papel vital en la prevención de la escalada de los síntomas y en la mejora del bienestar general. Ignorar o descuidar la ansiedad puede provocar problemas más graves con el tiempo. Si busca ayuda desde el principio, podrá abordar cualquier causa subyacente y desarrollar mecanismos de afrontamiento adaptados a su situación individual.

Hay varios recursos disponibles para quienes buscan ayuda con la ansiedad:

  1. Profesionales de la salud mental: Los psiquiatras, psicólogos, terapeutas y consejeros se especializan en diagnosticar y tratar afecciones de salud mental como los trastornos de ansiedad. Pueden ofrecerle sesiones de terapia, recetarle medicación si es necesario y orientarle sobre estrategias de afrontamiento eficaces.

  2. Grupos de apoyo: Unirse a un grupo de apoyo le permite conectar con otras personas que entienden por lo que está pasando. Compartir experiencias y aprender de los viajes de los demás puede proporcionarle un apoyo emocional inestimable.

  3. Proveedores de atención sanitaria: Su médico de atención primaria puede ser un excelente punto de partida a la hora de buscar ayuda para la ansiedad. Pueden evaluar sus síntomas, remitirle a especialistas si es necesario y coordinar su atención general.

  4. Recursos de autoayuda: Los libros, sitios web, aplicaciones y foros en línea dedicados a la salud mental ofrecen información valiosa para comprender y controlar la ansiedad. Aunque estos recursos no deben sustituir por completo a la ayuda profesional, pueden complementar su plan de tratamiento proporcionándole herramientas y puntos de vista adicionales.

Es esencial recordar que la ansiedad no es algo contra lo que tenga que luchar sola. Buscar ayuda es un signo de fortaleza y autocuidado. Acudiendo a los profesionales y redes de apoyo adecuados, puede tomar medidas proactivas para controlar su ansiedad y mejorar su salud mental en general.

Por lo tanto, si se encuentra luchando con síntomas de ansiedad persistentes que afectan a su vida diaria, no dude en visitar a un profesional de la salud mental o explorar los recursos de apoyo disponibles. Recuerde que buscar ayuda desde el principio puede marcar una diferencia significativa en su camino hacia un mejor bienestar mental.

¿Cuándo es normal la ansiedad?

Comprender el rango normal de ansiedad es esencial para mantener el bienestar mental. Al diferenciar entre la ansiedad normal y los trastornos de ansiedad, las personas pueden identificar mejor cuándo sus niveles de ansiedad pueden ser motivo de preocupación. Reconocer los signos y síntomas de los trastornos de ansiedad, como el trastorno de ansiedad generalizada (TAG) y el trastorno de ansiedad social, puede ayudar a las personas a buscar el apoyo y el tratamiento adecuados.

La psicoterapia adaptada ha demostrado ser un enfoque eficaz en el tratamiento de la ansiedad. Con las técnicas de terapia adecuadas, las personas pueden aprender mecanismos de afrontamiento y estrategias para controlar su ansiedad de forma eficaz. Es importante recordar que buscar ayuda para la ansiedad no es un signo de debilidad sino un paso proactivo hacia la mejora de la propia salud mental.

En conclusión, si observa que sus niveles de ansiedad interfieren en su vida diaria o le causan una angustia significativa, puede que haya llegado el momento de buscar ayuda profesional. Recuerde que todo el mundo experimenta algún nivel de ansiedad en ocasiones, pero cuando se vuelve abrumadora o persistente, acudir a un profesional sanitario o a un terapeuta puede proporcionarle una orientación y un apoyo valiosos.

Preguntas frecuentes

¿Cómo diferencio entre la ansiedad normal y un trastorno de ansiedad?

Diferenciar entre la ansiedad normal y un trastorno de ansiedad implica considerar la intensidad y duración de sus síntomas. Aunque los sentimientos ocasionales de preocupación o nerviosismo son comunes, el miedo o la aprensión persistentes y excesivos que afectan significativamente a su vida diaria pueden indicar un trastorno subyacente.

¿Cuáles son los síntomas comunes y las causas de los trastornos de ansiedad?

Los trastornos de ansiedad pueden manifestarse a través de diversos síntomas, como preocupación excesiva, inquietud, irritabilidad, dificultad para concentrarse, tensión muscular y trastornos del sueño. Estos trastornos pueden estar causados por una combinación de factores genéticos, desequilibrios químicos cerebrales, factores estresantes ambientales, experiencias traumáticas o afecciones médicas.

¿Cómo puedo reconocer los signos del trastorno de ansiedad generalizada (TAG)?

El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) se caracteriza por una preocupación excesiva por situaciones cotidianas sin motivo aparente. Si se encuentra anticipando constantemente los peores resultados, experimentando inquietud, teniendo dificultades para controlar sus preocupaciones o sintiéndose al límite la mayor parte del tiempo, es importante que consulte a un profesional sanitario para obtener un diagnóstico preciso.

¿Cómo afecta el trastorno de ansiedad social a los distintos entornos?

El trastorno de ansiedad social puede afectar significativamente a diversos entornos como las reuniones sociales, los entornos laborales o los compromisos de hablar en público. Las personas con ansiedad social pueden experimentar un miedo intenso a ser juzgadas o avergonzadas en situaciones sociales, lo que conduce a comportamientos de evitación y dificulta su capacidad para participar plenamente en las actividades cotidianas.

¿Es eficaz la psicoterapia adaptada para tratar la ansiedad?

Sí, la psicoterapia adaptada ha demostrado su eficacia en el tratamiento de los trastornos de ansiedad. Los terapeutas pueden proporcionar planes de tratamiento personalizados que aborden síntomas y desencadenantes específicos asociados a casos individuales de ansiedad. Técnicas como la terapia cognitivo-conductual (TCC) y la terapia de exposición pueden ayudar a las personas a desarrollar mecanismos de afrontamiento más sanos y a reducir los niveles de ansiedad.

¿Cuándo debo buscar ayuda para mi ansiedad?

Es aconsejable buscar ayuda profesional si sus niveles de ansiedad están interfiriendo en su funcionamiento diario o causándole una angustia significativa durante un periodo prolongado. Si se da cuenta de que sus preocupaciones o miedos están afectando a sus relaciones, su rendimiento laboral o su calidad de vida en general, acudir a un profesional sanitario o de la salud mental puede proporcionarle el apoyo que necesita.

Recuerde que estas preguntas frecuentes no son exhaustivas y que siempre se recomienda consultar a un profesional sanitario cualificado para obtener un diagnóstico preciso y un asesoramiento personalizado.

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