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Piel

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Nuestra piel realiza una excelente labor de protección contra infecciones, enfermedades y cuerpos extraños. Pero, hasta el mejor protector del cuerpo necesita apoyo para permanecer en buenas condiciones. La clave para cuidar la piel no está solo en entender cómo funciona, sino también en lo que podemos hacer para reforzar sus defensas.

Afecciones más comunes de la piel

Compuesta de tres capas (epidermis, dermis e hipodermis), nuestra piel es la primera línea de defensa del cuerpo contra infecciones, microbios y otros elementos dañinos. También nos ayuda a regular la temperatura y nos proporciona una sensación fundamental: el tacto. En general, la piel desempeña muchas funciones a la vez, y al ser el órgano más grande de nuestro cuerpo, es lógico que algunas veces tenga dificultades para tener todo controlado.

Cuando nuestra piel se debilita o resulta dañada, pueden producirse varios trastornos cutáneos. Si no se tratan, estas afecciones podrían reducir el ecosistema natural de la piel, haciendo que tenga dificultades para restablecer el equilibrio que necesita para tener el mejor aspecto y salud posibles. Pero, con una rutina de cuidados adecuados, muchos trastornos habituales solo serán temporales.

Aunque hay cientos de afecciones cutáneas, unas son más frecuentes que otras. Y con esto en mente, vamos a repasar las afecciones más comunes.

¿Qué es el eczema y cuáles son sus causas?

El eczema, o dermatitis atópica, es una afección dermatológica muy extendida que causa picazón, sequedad y agrietamiento de la piel. Aunque es más habitual en niños, también se manifiesta durante la edad adulta, y uno de sus peores aspectos es que el estrés (algo que no falta entre los adultos) puede exacerbarlo.

Lamentablemente, no existe una cura para el eczema, aunque esta afección puede desaparecer después de un tiempo. Los investigadores tampoco saben qué lo causa, pero destacan algunos posibles desencadenantes, como:

• Alérgenos/alimentos
• Microbios
• Cambios bruscos de temperatura
• Estrés
• Desequilibrio hormonal
• Agentes irritantes

Afortunadamente, la mayoría de los casos son leves, y con ayuda de cremas para el eczema, los síntomas son bastante manejables. La clave está en identificar sus desencadenantes e intentar reducirlos o eliminarlos del todo.

¿Qué es el acné y cuáles son sus causas?

A pesar de ser un sinónimo de la adolescencia, el acné puede aparecer a cualquier edad, y es una de las afecciones cutáneas más frecuentes. El acné se produce cuando los folículos de la piel se obstruyen con células muertas y aceites naturales, lo que se traduce en granos, puntos negros y espinillas. Los síntomas más graves también incluyen bultos bajo la piel (nódulos) y quistes.

A diferencia del eczema, las causas del acné son conocidas, lo que lo hace más manejable. Sin embargo, algunos factores genéticos también contribuyen a la gravedad de este trastorno. Independientemente de su severidad, estos son los posibles desencadenantes:

• Desequilibrio hormonal
• Medicamentos
• Estrés
• Dieta

El desequilibrio hormonal es un desencadenante muy habitual y, en parte, la razón por la que el acné es más frecuente entre los adolescentes. La dieta también es otro detonante bastante frecuente, pero no por los alimentos que probablemente crees. Te alegrará saber que el chocolate y las comidas grasas no contribuyen al acné; los verdaderos culpables son los alimentos ricos en carbohidratos.

¿Qué es la psoriasis y cuáles son sus causas?

Otra afección cutánea muy extendida entre los adultos es la psoriasis. Cuando padeces psoriasis, las células se confunden y se multiplican rápidamente, dando lugar a una acumulación de células muertas sobre la piel sana. Sus síntomas se manifiestan en forma de una piel abultada e irritada con escamas blancas. También suele producir una picazón fuerte que provoca un gran malestar. Y el hecho de que las principales zonas afectadas sean el cuero cabelludo, los codos y las rodillas, solo empeora las cosas.

La psoriasis es otra afección cutánea cuya causa exacta sigue siendo un misterio. Sin embargo, suele ser hereditaria, lo que hace que los científicos crean que podría estar relacionada con alguna anomalía genética del sistema inmunológico. Otros posibles desencadenantes son:

• Estrés
• Medicamentos (como para la presión arterial y contra la malaria)
• Cortes y heridas en la piel
• Infecciones por estreptococos

A pesar de que la causa exacta de la psoriasis no se conoce, existen muchos tratamientos. La mayoría consisten en cremas y pomadas especiales, y algunos casos graves mejoran con fototerapia y programas de esteroides.

¿Qué son las quemaduras de sol y cuáles son sus causas?

Aunque las quemaduras del sol no son una afección de la piel en el mismo sentido que los ejemplos anteriores, siguen siendo un fenómeno muy habitual. Pero, en este caso, conocemos sus causas: una exposición prolongada a la luz solar. Concretamente, a los rayos ultravioleta, que son los que queman la capa exterior de la piel, pero esto solo es el daño que vemos. Los rayos UV también pueden afectar al DNA, lo que conduce a varios cánceres de piel.

Aunque protegernos del sol es fundamental para todo el mundo, no todos experimentamos estos síntomas al mismo nivel. El tipo de piel, la intensidad del sol y el tiempo de exposición también influyen en la gravedad de las quemaduras. Los síntomas suelen tardar varias horas en aparecer, e incluyen:

• Manchas enrojecidas
• Ampollas
• Descamación y picazón

Es importante tener en cuenta que el daño de las quemaduras solares no se manifiesta únicamente en la piel. La sobreexposición al sol también puede provocar gripe, escalofríos, náuseas y dolores de cabeza. Una vez más, el alivio viene en forma de cremas, geles y pomadas, pero el mejor remedio para las quemaduras del sol es la prevención.

Cómo mantener una piel sana

Cómo mantener una piel sana

Una piel sana y equilibrada no solo es más resistente a las enfermedades y los trastornos, sino que también tiene un aspecto y un tacto mucho mejores. Y, aunque nuestra piel suele hacer un excelente trabajo de protección, unos sencillos cambios de estilo de vida pueden darle un impulso muy necesario; sobre todo si los desencadenantes anteriores son inevitables (estamos hablando de ti, estrés).

Con esto en mente, vamos a ver seis consejos prácticos para el cuidado de la piel.

1. Trata tu piel con cariño

Suena fácil, pero con los factores estresantes de la vida moderna (de cuya gestión hablaremos en breves), es muy habitual descuidar el órgano más grande del cuerpo. Lo mejor es que el cuidado de la piel no tiene por qué ser complicado. Hay un montón de formas sencillas y eficientes de mantener tu piel con un aspecto y tacto estupendos, desde una exfoliación frecuente hasta evitar sustancias químicas agresivas, pasando por la hidratación y el uso de productos hipoalergénicos.

2. Sigue una dieta equilibrada

Seguramente ya lo sabes, pero lo que comemos a diario influye de forma significativa en la salud de nuestra piel. Una dieta equilibrada produce innumerables efectos positivos dependiendo de lo que consumas. Si tuviéramos que destacar algo en particular, serían: los ácidos grasos omega-3 para combatir la sequedad de la piel, el aceite de oliva para darle un aspecto saludable, y el té verde para rejuvenecerla.

3. Disfruta de un sueño reparador

Dormir bien le da al cuerpo el tiempo que necesita para descansar, reajustarse y recuperarse. Aunque algunas noches en blanco se pueden remediar fácilmente a base de una rutina integral de cuidado de la piel, la privación crónica de sueño afecta de forma importante al aspecto y envejecimiento de la piel. Si no tenemos tiempo para descansar y recuperarnos, nuestra piel es uno de los primeros órganos que reflejan la ausencia de un sueño reparador. Intenta dormir unas 7-9 horas, y te sentirás mejor tanto por dentro como por fuera.

4. Limita la exposición a la luz del sol

Ya lo hemos mencionado antes, pero una exposición excesiva a los rayos ultravioleta tiene un efecto negativo sobre la piel. Esto no significa que haya que esconderse en el interior, ya que la luz solar es una fuente esencial de vitamina D, un compuesto fundamental para el bienestar. Lo que significa es que debemos protegernos de la luz solar intensa con un protector solar, llevando ropa de protección, y evitando las horas más calurosas del día.

5. Evita fumar

Fumar produce una gran cantidad de efectos dañinos, no solo en la piel, sino en todo el cuerpo. Y, al igual que la falta de sueño se refleja primero en la piel, con el tabaco ocurre lo mismo. Fumar no solo contribuye a que aparezcan arrugas, sino que también estrecha los vasos sanguíneos y perjudica a la elasticidad de la piel. También existe un mayor riesgo de desarrollar cáncer de piel. En resumen, debemos evitar fumar.

6. Gestiona el estrés

Aunque a veces es más fácil decirlo que hacerlo, controlar el estrés es una forma estupenda de cuidar de tu piel. De hecho, la gestión del estrés es fundamental para el bienestar tanto físico como mental.

Aunque el enfoque exacto variará de una persona a otra, es importante saber cuándo el estrés se vuelve crónico. Con el tiempo, esta presión afecta negativamente a las funciones corporales, y la piel es una de las zonas más afectadas. Ya sea hablando con un amigo, escribiendo un diario, o haciendo ejercicio con frecuencia, es muy importante que dediques un tiempo a llevar a cabo técnicas de reducción del estrés.

¿Cuál es la mejor rutina de cuidado de la piel?

Dado que el primer consejo es "trata tu piel con cariño", vamos a profundizar en este tema. Una buena rutina de cuidado de la piel es esencial para tener una piel con un aspecto saludable, pero muchas personas no saben por dónde empezar.

Aunque hay miles de productos para el cuidado de la piel, no tiene por qué ser complicado. Independientemente de los que utilices, el siguiente enfoque de tres pasos no solo es la mejor forma de mantener una piel con un tacto fantástico, sino que además trabaja en conjunción con los procesos naturales de la piel.

Limpieza

La piel es la primera línea de defensa del cuerpo contra los contaminantes, el polvo, los objetos extraños y, prácticamente, todo lo que entre en contacto con ella. Pero hasta los muros más fuertes necesitan recuperarse. La limpieza acaba con la acumulación de elementos perjudiciales para que la piel pueda promover el desarrollo de nuevas células y, en última instancia, crear una defensa más duradera.

El primer paso de cualquier rutina de cuidado de la piel deberá ser la limpieza, para eliminar esos elementos dañinos y proporcionar la base perfecta para los dos pasos siguientes: tonificación e hidratación.

Tonificación

Una vez que hayas eliminado los desafíos de la vida moderna de tu piel, tendrás un mejor acceso a la capa más exterior: la epidermis. Lamentablemente, la epidermis también es la capa que presenta más signos de envejecimiento, y pierde elasticidad con el tiempo. Aunque esto es una parte natural de hacernos mayores, este proceso se puede retrasar con el enfoque adecuado para dar lugar a una piel joven y flexible.

La aplicación de un tónico elimina cualquier impureza persistente, con la ventaja de que penetra a más profundidad que un producto de limpieza. Los tónicos también preparan la piel para los productos hidratantes (el tercer y último paso), y equilibran su pH. Un tónico es un agente vinculante entre el primer y el último paso del cuidado de la piel, que potencia la eficacia de ambos y ayuda a la piel a recuperar el equilibrio.

Hidratación

Hasta ahora, hemos centrado nuestra rutina de cuidado de la piel en recuperar su delicado equilibrio. En una piel ya preparada por la limpieza y la tonificación, la hidratación ayuda a recobrar la humedad y mantener la piel nutrida.

Además de proporcionar un tacto y un aspecto estupendos, también estará mejor equipada para enfrentarse a los contaminantes. Una piel tersa tiene menos sitios para que se alojen estas sustancias, mientras que una piel seca es un paraíso para los objetos extraños. Mantener la piel hidratada también ayuda a reducir la picazón, un síntoma habitual del eczema, la psoriasis y las quemaduras solares.

CBD para la piel

CBD para la piel

La clave para una piel sana es potenciar sus cualidades naturales. Desde una dieta equilibrada hasta una rutina integral de cuidado de la piel, todo lo que hacemos es para trabajar junto a la piel, no en su contra. Hasta ahora, la investigación indica que ese es precisamente el papel que desempeña el CBD en el cuidado de la piel: trabajar entre bastidores para fortalecerla, no para sobrecargarla ni interferir con sus procesos.

La interacción especial del CBD con nuestro sistema endocannabinoide (SEC) no solo ocurre en zonas internas como el aparato digestivo o los sistemas inmunológico y nervioso central. La piel también dispone de una amplia red de receptores cannabinoides y, como tal, es una candidata perfecta para las cremas, geles y productos de belleza con cannabinoides.

Los productos con CBD no solo son muy fáciles de aplicar, sino que además vienen en una gran variedad de formatos. Encontrar un producto que se adapte a tu rutina de cuidado de la piel es muy sencillo, cómodo y, lo más importante, una forma fantástica de potenciar el bienestar de tu piel.

¿Cómo afecta el CBD a la piel?

La investigación aún está en curso, pero los ensayos preclínicos han analizado el potencial del CBD para aliviar las afecciones inflamatorias de la piel, proteger contra el envejecimiento, y reducir su sensibilidad y enrojecimiento. También hay que tener en cuenta el efecto psicológico del CBD. Este compuesto ha sido estudiado por su posible efecto calmante del estrés y la ansiedad.

La piel es un órgano que no solamente se ve afectado por factores físicos, sino también mentales. Combatir los síntomas físicos es solo una parte de una solución completa para el cuidado de la piel, especialmente cuando el estrés es un desencadenante importante del acné, el eczema, la psoriasis, y otras muchas afecciones cutáneas debilitantes.

Afortunadamente, el carácter integral del CBD es un factor que influye de forma directa en el tratamiento de la piel. Al fin y al cabo, un órgano complejo necesita una solución versátil. Y junto a su ausencia de toxicidad, este compuesto está demostrando ser un gran aliado de los ingredientes y tratamientos existentes para el cuidado de la piel.

Piel: Preguntas frecuentes

¿Es bueno el aceite de CBD para el acné?
Aunque los estudios iniciales sobre el aceite de CBD son prometedores, el acné es una afección compleja que aún no entendemos por completo. Las propiedades calmantes del aceite de CBD podrían complementar los tratamientos existentes.
¿Ayuda el aceite de CBD a combatir el eczema?
Los ensayos preclínicos indican que el carácter calmante del aceite de CBD podría ayudar con los síntomas del eczema. La investigación de los beneficios del CBD aún está en curso.
¿Es bueno el aceite de CBD para la psoriasis?
El tratamiento de la psoriasis suele consistir en cremas y pomadas. El aceite de CBD podría ser una valiosa adición gracias al efecto versátil del cannabidiol.
¿Pueden tratarse las quemaduras solares con CBD?
El mejor tratamiento para las quemaduras del sol es la prevención, pero si tienes la piel enrojecida, seca o con comezón, las cremas de CBD podrían ayudarte. Todavía se está estudiando, pero el CBD muestra unas propiedades muy reconfortantes.
¿Puedo aplicar aceite de CBD sobre la piel?
¡Sí! Solo tienes que poner unas cuantas gotas y masajear directamente sobre el área afectada. Para obtener los mejores resultados, elige un producto para uso tópico con CBD, ya que están especialmente formulados para la piel.
¿Es el CBD bueno para la piel?
El CBD trabaja con unos receptores especiales que se encuentran por toda la piel. Aunque su investigación todavía está en desarrollo, los estudios iniciales indican que el CBD podría ayudar a equilibrar el delicado ecosistema de la piel.
¿Qué producto necesito?
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