Estrés y ansiedad: ¿en qué se diferencian?

Mucha gente confunde el estrés y la ansiedad porque producen unas sensaciones muy parecidas. Sin embargo, es importante que sepamos en qué se diferencian, y cómo afecta cada uno a la salud tanto física como mental. Sigue leyendo para descubrir todo lo que hay que saber.

¿Qué es el estrés?

El estrés es un estado generalizado que puede afectar a la salud tanto física como mental en un esfuerzo por ayudar al cuerpo a reaccionar ante situaciones difíciles. Cuando nos sentimos bajo presión, nuestro cuerpo responde con una reacción innata de lucha o huida. Al provocar la segregación de determinados neuroquímicos, y desviar el enfoque de los sistemas no esenciales, el cuerpo entra en un estado de preparación que nos ayuda a afrontar situaciones complicadas.

Aunque los desencadenantes del estrés son distintos para cada persona, esta reacción innata es natural para todos nosotros. Pero el problema es que nuestro organismo solo puede mantener estos cambios durante cierto tiempo. Si el estrés persiste y se convierte en crónico, entorpecerá las funciones que necesitamos para poder llevar una vida sana y equilibrada.

¿Qué es la ansiedad?

Si alguna vez has sentido preocupación y miedo por lo que pueda pasar, eso es ansiedad. Sentirse así es perfectamente normal, sobre todo cuando tienes que enfrentarte a situaciones desconocidas, como una entrevista de trabajo o cuando conoces a alguien por primera vez.

La ansiedad es la forma que tiene tu cuerpo de decirte que algo podría estar mal, pero eso no significa que debas evitar todas las situaciones que te hagan sentir así, ya que también pueden motivarte para superar la ansiedad y salir triunfante. Sin embargo, la ansiedad persistente (que generalmente dura más de seis meses) o sin causa aparente podrían significar que padeces un trastorno de ansiedad.

¿Qué causa estrés y ansiedad?

El estrés puede tener muchos desencadenantes distintos. Cuando empiezas a trabajar en un sitio, compaginar cinco tareas a la vez puede resultar muy estresante, pero una vez que aprendes a priorizar y vas ganando confianza, el estrés desaparece.

Es importante recordar que todos hacemos frente al estrés de una manera distinta. No existe una guía sobre qué situaciones o acontecimientos son estresantes, pero es importante aprender a identificar los síntomas del estrés y saber lidiar con ellos.

En lo que respecta a la ansiedad, es un poco más fácil reconocer las situaciones que hacen que la gente se sienta ansiosa, porque es una sensación muy extendida. Algunas situaciones cotidianas que pueden hacernos sentir ansiedad son:

• Entrevistas de trabajo
• Exposiciones de trabajo
• Dar un discurso
• Preocupaciones financieras
• Preocupaciones de salud
• Conocer a los suegros

Aunque es posible que parezca que las situaciones que nos provocan ansiedad nunca se acaban, es una sensación perfectamente normal. Una vez más, la clave está en reconocer esa sensación y tener preparada una estrategia para enfrentarse a ella.

Cómo saber si lo que sientes es estrés o ansiedad

Dadas las similitudes que existen entre ambas reacciones, es fácil entender por qué la gente tiene dificultades para saber si tienen estrés o ansiedad. Y, aunque no es raro experimentar un poco de ambas, hay un factor fundamental que las diferencia.

El estrés es, básicamente, la reacción del cuerpo ante un estimulo externo, mientras que la ansiedad es un sentimiento mucho más profundo. Por ejemplo, si tienes que enfrentarte a una situación difícil y los síntomas desaparecen cuando la situación está resuelta, lo más probable es que se trate de estrés. Pero si se elimina el estimulo externo y todavía sientes preocupación o agobio, es muy posible que estés experimentando ansiedad.

En caso de duda, recuerda que el estrés suele ser una respuesta a algo, mientras que la ansiedad es un estado mental que perdura independientemente de los posibles desencadenantes. Una vez que sabes cómo distinguir ambas reacciones, es más fácil superarlas.

¿Cómo afectan a la salud el estrés y la ansiedad?

Tiene sentido que empecemos con los efectos del estrés, porque, como verás, puede afectar prácticamente a todo el cuerpo. Pero eso no quiere decir que todas las personas experimentan todos los síntomas al mismo tiempo. Los efectos exactos del estrés dependen de la genética, el estilo de vida, y cualquier afección subyacente. Sin embargo, como indicador general, el estrés puede provocar los siguientes problemas de salud:

• Hipertensión
• Deseo sexual bajo
• Sueño interrumpido
• Problemas del aparato digestivo
• Depresión

Los efectos de la ansiedad sobre la salud son un poco más concretos. La ansiedad generalizada suele hacernos sentir preocupados o angustiados, lo que a su vez puede conducir a lo siguiente:

• Malestar estomacal
• Dificultad para concentrarse
• Cansancio
• Sequedad bucal
• Dolor generalizado

Cuando la ansiedad se manifiesta en forma de uno de los diversos trastornos de ansiedad que existen, muchos de estos síntomas pueden empeorar. No vamos a hacer una lista con los posibles efectos para la salud de cada uno de ellos, pero es muy habitual experimentar una gran variedad de molestias tanto físicas como mentales.

Cómo combatir el estrés y la ansiedad

A pesar de los efectos tan generalizados que producen el estrés y la ansiedad, la buena noticia es que muchas estrategias antiestrés funcionan para ambos problemas. Y dado que la ansiedad a menudo es un síntoma de estrés, tiene sentido empezar por reducir los niveles generales de estrés.

La estrategia ideal dependerá de tus necesidades particulares y tu estilo de vida, pero para empezar, prueba lo siguiente:

• Meditación: lo bueno de la meditación es que funciona independientemente del horario que tengas. Incluso si solo dispones de diez minutos libres antes del trabajo, podrían ser suficientes para ordenar tus pensamientos y centrarte en el aquí y el ahora.

• Caminar: es posible que parezca una estrategia muy simple, pero andar es una de las mejores actividades que puedes añadir a tu rutina diaria para combatir el estrés. Y si tienes la suerte de vivir en el campo, un paseo corto al aire libre podría ser incluso más beneficioso, según los investigadores^[1].

• Ejercicios de respiración: junto a la meditación, los ejercicios de respiración pueden hacer maravillas a la hora de reducir la sensación de ansiedad. Concéntrate en inspirar por la nariz y llenar el estómago de aire. Aguanta la respiración durante un segundo, y exhala por la boca.

• Suplementos: la dieta y los alimentos también influyen enormemente en la forma en que nuestro cuerpo se enfrenta al impacto físico del estrés y la ansiedad. Las multivitaminas son una excelente opción para las personas ocupadas, así como los suplementos naturales de lavanda, manzanilla o CBD.

Además de las estrategias para fomentar el bienestar ya mencionadas, el CBD puede ayudar a recuperar el equilibrio natural del cuerpo. Un estado de equilibrio te ayuda a verte y a sentirte mejor, y cuando todos los sistemas biológicos funcionan en armonía, la mente y el cuerpo están mejor equipados para combatir los efectos del estrés y la ansiedad.

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