Author: Luke Sholl
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Luke es un periodista consolidado, con más de una década de experiencia escribiendo sobre CBD y cannabinoides, y trabaja como redactor principal de Cibdol y otras publicaciones sobre cannabinoides. Muestra un gran compromiso para presentar contenido basado en datos y pruebas, y su fascinación por el CBD también se extiende al fitness, la nutrición y la prevención de enfermedades.
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Fatiga: síntomas, causas y tratamiento

La fatiga es una de las afecciones más comunes entre los adultos, causando un impacto duradero en la calidad de vida de la gente. Sigue leyendo para saber qué es la fatiga, cuáles son sus causas y qué puedes hacer para vencer el cansancio persistente.

Qué significa fatiga

Aunque no es extraño sentir cansancio o aletargamiento tras una dura semana de trabajo, es anómalo que esa sensación persista. Pero, por desgracia, sentirse fatigado sin ningún motivo aparente es una queja muy extendida entre los adultos, especialmente los mayores[1].

Todavía hay mucho misterio en torno a los mecanismos de la fatiga y, lo que es más importante, qué puedes hacer para evitar esa sensación. Lamentablemente, la estrecha relación de la fatiga con varios problemas de salud subyacentes dificulta aun más el tratamiento.

Por ejemplo, es habitual experimentar fatiga como consecuencia de una enfermedad (especialmente esclerosis múltiple, Parkinson, COVID-19 y depresión). Además, la fatiga puede sentirse tanto a nivel físico como mental; la fatiga física afecta el movimiento y la fuerza, mientras que la mental afecta la concentración. En definitiva, esta afección altera considerablemente la calidad de vida de la gente.

¿Es lo mismo la fatiga y el cansancio?

Es importante distinguir entre fatiga y cansancio. Aunque son sensaciones muy similares, hay una diferencia fundamental: la fatiga no se alivia durmiendo ni descansando, mientras que el cansancio desaparece cuando se tratan cuestiones como el sueño, la mala alimentación o un ritmo de trabajo frenético. Pero si constantemente sientes falta de energía, a pesar de llevar un estilo de vida equilibrado, es posible que estés experimentando fatiga.

Síntomas de la fatiga

Las diferentes causas y tipos de fatiga (mental, física, relacionada con una enfermedad) producen distintos resultados en el cuerpo y la mente. A continuación, enumeraremos los síntomas más comunes, que pueden ser agudos o crónicos:

Los síntomas generales de la fatiga incluyen:

• Somnolencia persistente
• Problemas de concentración
• Dolor muscular
• Disminución de la motivación
• Reacciones retardadas
• Irritabilidad

Es posible que no experimentes todos estos síntomas todo el tiempo, y algunos podrían empeorar tras ciertas actividades. Si los síntomas empiezan a afectar a tu día a día en el trabajo o en casa, es fundamental que hables de ello con un médico.

Causas de la fatiga

Aunque la fatiga es un problema prevalente, no siempre es fácil señalar una causa exacta. La complejidad de la fatiga y sus síntomas significa que puede haber muchas razones por las que te sientas fatigado. Sin embargo, hay algunas causas más comunes que otras, que incluyen:

• Causas relacionadas con el estilo de vida: a corto plazo, un estilo de vida poco saludable te hará sentir cansancio. Pero cuando la falta de sueño, la mala alimentación y la falta de ejercicio físico se prolongan en el tiempo, ese cansancio puede convertirse rápidamente en fatiga. Todos estos factores suponen un esfuerzo adicional para tu cuerpo, y hacen más difícil realizar actividades cotidianas.

• Causas psicológicas: la fatiga es un síntoma común de algunos problemas de salud mental, como el estrés, la ansiedad, la tristeza e incluso el aburrimiento. Puede producirse como consecuencia directa de una enfermedad, o como resultado de un efecto en cadena. Por ejemplo, el insomnio es un síntoma habitual de la depresión y el estrés, que lleva a sentirse fatigado.

• Causas de salud: lamentablemente, la fatiga está estrechamente relacionada con varias afecciones cardíacas, pulmonares y endocrinas. Cuando el cuerpo lucha por controlar los síntomas físicos y mentales de trastornos como la diabetes, las enfermedades cardíacas, el cáncer, la neumonía y las enfermedades renales, la fatiga aparece rápidamente. Remediar, o al menos tratar, estas afecciones puede reducir la gravedad de la fatiga.

Cómo tratar la fatiga

¿Cómo se trata una enfermedad que puede afectar a todo el cuerpo? El tratamiento depende en gran medida de la causa de la fatiga. Y como puedes ver en la sección anterior, hay una larga lista de posibles causas.

Afortunadamente, en algunos casos, unos simples cambios en el estilo de vida pueden ayudar a combatir la gravedad de la fatiga. Y aunque no solucionen el problema por completo, cada cambio puede contribuir considerablemente a mejorar la calidad de vida.

Los cambios recomendados en el estilo de vida incluyen:

• Hacer ejercicio: puede parecer ilógico hacer ejercicio cuando ya te sientes agotado, pero un pequeño plan de entrenamiento puede hacer maravillas para cuerpo y mente. La clave es que el ejercicio sea ligero (actividades de baja intensidad, como caminar) y durante periodos cortos (10-15 minutos).

• Dieta: lo que comemos y bebemos afecta directamente a nuestros niveles de energía, pero eso no significa que debas darte un atracón de productos con mucho azúcar o cafeína para combatir la fatiga. Más bien, debes centrarte en frutas, verduras y alimentos ricos en proteína. Estos están cargados de vitaminas y nutrientes que pueden ayudar a combatir la fatiga.

Otro enfoque, que mucha gente no tiene en cuenta, es comer cantidades más pequeñas más a menudo, en lugar de hacer una o dos comidas grandes al día. Una gran ingesta de calorías puede empeorar la sensación de fatiga.

• Dormir: el aspecto más obvio de la fatiga es el sueño, o más concretamente la calidad del sueño. Es relativamente fácil dormir, pero es mucho más difícil conseguir un sueño reparador. Para ello, intenta ir a dormir siempre a la misma hora, evita la cafeína después del mediodía, intenta relajarte y desconectar al menos una hora antes de acostarte (sin el teléfono ni otros dispositivos electrónicos), y asegúrate de que tu habitación esté a oscuras y en silencio.

• Suplementos: tomar suplementos de vitaminas y minerales es una gran forma de aumentar los niveles de energía y mejorar el bienestar general. Aunque el suplemento ideal varía según el estilo de vida, la buena noticia es que hay muchas opciones para elegir. Para ayudar a combatir la fatiga, considera la opción de tomar suplementos de hierro, magnesio, vitamina D o vitamina B12.

¿Y qué hay del aceite de CBD? Dada su irrupción en el mercado de los suplementos, ¿dónde encaja en lo que respecta a la fatiga? Aunque gran parte de la investigación científica del CBD se centra en trastornos del sueño como el insomnio, y no específicamente en la fatiga[2], los posibles vínculos del CBD con la calidad del sueño lo convierten en una opción interesante. Si además tenemos en cuenta la sinergia del CBD con los minerales y vitaminas mencionados anteriormente, y su falta de toxicidad, sin duda ofrece varias ventajas potenciales para quienes padecen fatiga.

Aunque la fatiga es una afección frecuente en los adultos, no tiene por qué impedirte llevar una vida sana y equilibrada. Los consejos de un médico, combinados con sencillos cambios en el estilo de vida, pueden contribuir en gran medida a reducir el impacto de la fatiga y mejorar la calidad de vida.

Para ver una amplia selección de aceites, cápsulas y suplementos de CBD que podrían ayudarte a conseguir el descanso que mereces, visita la tienda de Cibdol. Y si todavía tienes preguntas sobre la fatiga o la importancia del sueño, la dieta y el ejercicio, echa un vistazo a nuestra Enciclopedia del CBD.

Referencias

[1] Harrington ME. Neurobiological studies of fatigue. Progress in neurobiology. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3479364/. Publicado en noviembre de 2012. Consultado el 17 de noviembre de 2021. [Referencia]

[2] D; BKASJM. Cannabis, cannabinoids, and sleep: A review of the literature. Current psychiatry reports. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/28349316/. Publicado en 2017. Consultado el 23 de diciembre de 2021. [Referencia]

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